Hay veces que conectas de pleno con los novios y eso hace que estén relajados y tranquilos para las fotos lo cual genera que nosotros también lo estemos y trabajemos con absoluta libertad creativa. Blanca y Alejandro se pusieron en nuestras manos desde el primer momento y se despreocuparon de lo que iba a ser su reportaje de boda para centrarse en su gran día y atender a sus familiares y amigos.
Ambos se vistieron en el Hotel Fontecruz de Ávila, en las habitaciones se respiraba un ambiente muy agradable con amigos y familiares entrando y saliendo.
La iglesia de San Vicente en Ávila fue el lugar elegido para la ceremonia, y para los festejos regresamos al Hotel Fontecruz de Ávila, lugar este, en el que hemos trabajado varias veces mi compañero Javi Calvo y yo, y donde siempre se nos ha dado un trato exquisito por parte de toda la gente que hace que las celebraciones salgan a pedir de boca.
La celebración de desarrolló en un ambiente divertido y esperando a que llegara el momento del baile nupcial y de la fiesta para darlo todo ya que le dieron mucha importancia a que los amigos y familiares disfrutaran de lo lindo, bailaron todos, sin excepción, del más joven al mas mayor con diferentes coreografías que sorprendentemente no estaban ensayadas que hicieron que la fiesta cobrara una mayor importancia ese día.
Os dejamos un resumen fotográfico de lo que fue la boda de Alejandro y Blanca y esperamos que lo disfrutéis.